Capítulo 8

MILA

—Vaya, ha sido un día largo en el café. Todos estaban hablando sobre la reunión del pueblo y preguntándose qué iba a sugerir y hacer el consejo sobre la manada de lobos. A algunos miembros se les contactó y se les dijo que se reunieran, Gloria siendo una de ellos. Debido a que tenemos 17 años, Emily y yo nos quedamos en el café para cerrar. Mientras todos esperaban noticias, nosotras estábamos ocupadas asegurándonos de que todo estuviera en orden y listo para mañana.

Mientras cerraba la puerta principal, Emily recibió un mensaje de George —Han llegado a un acuerdo. Van a dejar que los lobos entren en el pueblo de manera temporal por ahora para asegurarse de que la gente esté de acuerdo antes de hacerlo permanente— dice. Me mira con una expresión vacía en su rostro, creo que está tratando de leerme.

—Genial— digo sarcásticamente —Ahora tengo que esconder quién soy y tener cuidado a dónde voy otra vez— gruño. Estoy enfadada, los lobos quieren entrar en el pueblo y yo tengo que esconderme debido a que Sapphire y yo somos un Lobo Blanco. Emily me mira y me da una pequeña sonrisa.

—Papá quiere que vengas mañana y él te explicará y se asegurará de que tengamos una poción lista para ti para enmascarar tu olor—. Asiento con la cabeza y me dirijo hacia mi apartamento sobre el café. Emily me agarra del brazo y me da un abrazo. Sé que está preocupada por mí. Pero no puedo evitar cómo me siento, estoy muy enfadada. La abrazo de vuelta.

—Te veré en la casa por la mañana— dice mientras se da la vuelta para irse y se dirige al coche. Me despide con la mano y se va.

—¿Estás bien, Mila? Pareces enfadada— dice Sapphire.

—Tenemos que ser más cuidadosas ahora que los lobos están viniendo al pueblo— digo con tono molesto. —¿Podemos salir a correr ahora? Creo que ambas lo necesitamos y no sabemos cuándo podremos salir a correr la próxima vez— digo. Sapphire está estirando sus patas y moviendo la cola.

—Sí, deberíamos, pero vamos detrás del café, la manada no estará allí— dice con un suspiro. Me aseguro de que el café esté cerrado y coloco mis llaves debajo de la maceta y me desnudo. Sapphire se transforma y corre directamente hacia el bosque detrás del café.

Sus patas golpean la tierra, levantando hojas a nuestro paso. El bosque a esta hora de la noche es tan pacífico. Puedes escuchar cada criatura moviéndose y las flores cobrando vida. El movimiento en el viento desprende todos los aromas que tienen, combinando la fragancia del bosque. Ojalá pudiéramos quedarnos aquí en el bosque para siempre. Sapphire se dirige al sendero de la montaña que da vista a todo el pueblo. Miramos sobre las ramas. Podemos ver una enorme mansión siendo construida en el nuevo territorio de la manada.

—Quédate en las sombras, Sapphire, no queremos que nadie sepa que estamos aquí— digo en voz baja. Ver todo a través de los ojos de Sapphire es increíble. Sus sentidos me muestran y me hacen sentir todo también.

Nos acostamos en el suelo entre dos árboles. Nadie puede vernos desde aquí, pero podemos ver todo lo que es nuestro hogar.

Después de una hora más o menos, Sapphire se ha quedado dormida pero de repente se despierta por el olor a huevos podridos y muerte.

Rogues, tres de ellos.

Sapphire emite un aura de que no estamos allí y comienza a correr entre los árboles. Se están acercando a nosotras y son rápidos. Hemos estado corriendo durante 15 minutos cuando ambas nos damos cuenta de que nos dirigimos al territorio de la manada. Esto no es bueno.

—Necesitamos escondernos, Sapphire— digo —cambiemos de forma y puedo trepar a un árbol hasta que se vayan— sugiero, pero Sapphire me ignora. Sigue corriendo, pero de repente nos detenemos por completo cuando vuelvo a oler ese aroma, menta y bosque, el aroma embriagador que me hace querer tener lo que sea.

Un fuerte gruñido viene de detrás de nosotras, mientras nos damos la vuelta. Sapphire gruñe fuerte, los tres rogues salen de detrás de nosotras. Uno de ellos ha vuelto a su forma humana, nos mira fijamente. Sapphire gruñe muy fuerte.

—Miren lo que tenemos aquí, chicos, el jefe estará feliz de ver al lobo blanco que quiere— el hombre sonríe con malicia. Ahora está de pie en medio de los otros dos lobos mientras me gruñen. —Llévenla viva, él la quiere, pero creo que deberíamos divertirnos un poco primero, ¿qué piensan?—

De repente, el lobo a su izquierda, que es marrón, se lanza hacia nosotras. Sapphire se agacha y salta sobre él, se aferra a su cuello y lo rompe; podemos sentir cómo su vida se va instantáneamente.

—Bien hecho, Sapphire, ten cuidado con los otros dos— digo tratando de darle algunas palabras de aliento.

—Gracias, Mila, vamos a acabar con ellos— dice, pero antes de que pueda hacerlo, dos lobos salen de detrás de los rogues. Uno grande y negro y otro dorado. Están gruñendo a los rogues.

—Sapphire, corre, necesitamos escondernos— sin decir nada, Sapphire corre tan rápido como puede, asegurándose de que nuestro olor no quede para que nos encuentren. Corremos todo el camino hasta la casa de George, ya que sabemos que necesitamos verlo debido a esto. No hay lobos siguiéndonos.

Seguimos corriendo hasta llegar directamente a la casa de George, quien estaba de pie en su porche mirándonos con los ojos muy abiertos. Abre su puerta y pone una barrera protectora en la casa tan pronto como Sapphire entra casi chocando con la mesa del comedor al deslizarse.

Cambio de nuevo a mi forma humana para enfrentarme a un George atónito, Sybil y Emily mirándome.

—Salimos a correr detrás del café, pensamos que lo haríamos ya que no sabíamos cuánto tiempo pasaría hasta que pudiéramos salir a correr de nuevo— digo con lágrimas corriendo por mi rostro. —Nos dirigimos al claro en la colina, pero nos mantuvimos fuera de la vista entre dos árboles. Debimos habernos quedado dormidas porque nos despertó el olor de los rogues. Corrimos tan rápido como pudimos hasta que nos alcanzaron. Estábamos rodeadas por tres de ellos, Sapphire mató a uno, pero dos lobos grandes aparecieron detrás de ellos antes de que pudiéramos acabar con ellos. Creo que eran de la manada— termino.

Estoy completamente hecha un mar de lágrimas. Sé que he cometido un gran error, ya que George siempre quiere que nos escondamos.

Miro hacia arriba con los ojos borrosos para ver a Sybil arrodillada a mi lado y abrazándome.

—Está bien, Mila, esto habría sucedido tarde o temprano— dice y mira a George con una expresión preocupada pero feroz en su rostro. Puedo sentir su poder emanando de él en oleadas, Sapphire está gimiendo en mi cabeza porque también puede sentirlo. Pero antes de que pueda hacer o decir algo, Sapphire toma el control y me empuja de nuevo a la oscuridad con un bloqueo sobre mí.

Estoy en la oscuridad una vez más debido a mi lobo, ¿por qué está haciendo esto?

He tenido suficiente de esto, quiero salir. Quiero respuestas.

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SAPPHIRE

Tuve que tomar el control. Necesito decírselo antes de que Mila sospeche.

—Mila no sabía quiénes eran, pero yo sí. El compañero estaba allí, pero oculté quiénes somos de ellos. Estaban sorprendidos de ver a un Lobo Blanco, pero no tienen idea de quiénes somos— digo sintiendo a Mila tratando de romper el bloqueo que tengo sobre ella.

—Mila quiere salir. Necesitamos decirle por qué, no puedo seguir mintiéndole— digo sacudiendo la cabeza para detener el dolor de cabeza que Mila me está causando.

George parece sorprendido y preocupado, pero cambia a una expresión en blanco que no reconozco.

—No podemos decírselo, aún no tiene la edad y prometí que no lo haría— dice con voz firme.

—Faith querría que lo supiera, ella estará ciega entrando en todo esto, además estamos causando una ruptura en su vínculo, puedo sentirlo entre ellas— dice Sybil.

La miro con ojos tristes, ya que sé que en los últimos días Mila ha estado preguntándose por qué he estado distante.

—Por favor, no puedo seguir haciendo esto a Mila, ella es mi humana y la amo— digo con voz triste.

Emily se acerca a mí y me toma de la mano.

—Papá, su vínculo necesita ser reparado o no podrán hacer lo que se necesita cuando llegue el momento— dice.

¿Qué demonios está diciendo? La miro confundida, pero Emily solo sostiene mi mano.

Miro a George, él baja la cabeza y la sacude.

—No, esperaremos. Te voy a dar una poción para beber, Sapphire, te hará a ti y a Mila dormir por unas horas. Me concentraré en una poción para enmascarar tu olor y también asegurarme de que tu compañero no sepa quién eres. Se lo diremos, pero espero que no antes de su cumpleaños.

De repente, un dolor punzante atraviesa mi cabeza, tomo la poción que tiene en su mano y la bebo toda. En un instante, me desmayo. Estoy completamente en la oscuridad y también lo está Mila, quien sé que está durmiendo. Ella me va a odiar y nunca me perdonará. Lo sé.