Capítulo 10

La mañana siguiente llega con mi cabeza sin estar lista para darme un respiro.

—¡Oh, Dios! ¿En qué demonios estaba pensando?

Nunca he sido una bebedora elegante, ni he sido de las que se despiertan con una sonrisa después de una noche de copas. No sé cómo lo hacen las personas. Debe ser algún tipo...