Capítulo ciento tres

Una vez que Guerra se hubo marchado, Matteo se estiró hacia Gen y agarró lo que quedaba de su bebida. Se la bebió de un trago antes de devolverla a la barra con un golpe decidido. Pensó que podría soportarlo: verla rechazar las insinuaciones de otros hombres. Pero en el momento en que Sergei se acer...

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