Capítulo treinta y cinco

—¿Conor sabe sobre esto? —preguntó Alessio—. Supongo que hicieron esto para su…

—No, él no lo sabe. Ni lo sabrá —interrumpió Michele con un golpe decidido en la mesa.

—¿Qué? —siseó Matteo, su voz obstruida por algo que se negaba a reconocer como miedo.

—Cuando Philip se entregó, le hice promesas....

Inicia sesión y continúa leyendo