La guerra esperaba. Pero ella también

Enzo

La primera vez que despertó, fue solo a medias.

El mundo era una mancha de antiséptico y pitidos bajos de máquinas, demasiado afilado en los bordes, demasiado suave en el centro. No se molestó en abrir los ojos. Su cuerpo era demasiado pesado, los pulmones funcionaban como si estuvieran l...

Inicia sesión y continúa leyendo