Llámame Ma

Lola

Si esta no fuera su vida, juraría que era una comedia. Cuatro hombres de la mafia, jadeando como perros rabiosos, aún atrapados en los abrazos incómodos que ella les había obligado a dar. La sala de guerra apestaba a sudor, hierro y té de cítricos.

Fue entonces cuando la puerta de la suit...

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