Esta vez tiene que ser diferente.

—Lo siento, Spades —murmuró mientras yo caminaba hacia la puerta.

Me burlé, con los puños apretados—. Que te jodan, Ace. Y cuando vuelvas arrastrándote, te romperé la rodilla.

La violencia giraba dentro de mí. La aniquilación hervía en mi interior, pero sobre todo, el dolor me llenaba hasta el bor...

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