Listo

Capítulo Setenta y Cuatro.


Ace.

Llegamos a Montreal por la mañana, tal como planeamos. Spades seguía sin hablarme, y no creía que quisiera hablar con él. Sus palabras fueron crueles.

—Después de que me golpeaste y me dijiste palabras hirientes. Podemos hacer esto una y otra vez. Tú me hiere...

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