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Mia

Miré a los hombres sentados en la sala como si tuvieran tres cabezas. Me sorprendió verlos. Estaba más que sorprendida. No los había visto en años y no pensé que volvería a hacerlo.

Sabía quiénes eran, aunque no teníamos una relación. Incluso si no supiera quiénes eran, su asombroso parecido c...