67. El nuevo admirador

Mia

Todavía sentía ojos sobre mí. Me sentía como una hormiga bajo un microscopio y todos mis movimientos eran observados y registrados. Empeoraba con cada día y noche que pasaba, especialmente por la noche, porque era cuando más lo sentía. Empezaba a ponerme ansiosa y se notaba en todo lo que hacía...