Quédate conmigo 1

No rompía el beso. Mis manos se prendían de su pelo, como con vida propia, casi podía sentir que se los iba a arrancar. Era muy intenso todo con él. Apretaba mis muslos a los costados de su cuerpo, cada vez que sentía que sus manos se cerraban en mi piel, posesivamente. Nos respirabamos uno al otro,...