Clávamela

Salí de allí tan asustada que me subí al primer taxi que pasaba, sin siquiera pensar en que no tenía dinero para pagarlo y tampoco llevaba las llaves de mi casa. Me había ido en estampida y mis cosas se quedaron atrás. Ya buscaría la manera de recuperarlas. O no.

Le indiqué al chófer el camino a mi...