¿A qué no? 2

Pasé por delante de su cuerpo, pues se había levantado para que pasara y rozó mi espalda desnuda con sus dedos. Me puso nerviosa su tacto.

Me senté a su lado en el sofá y cruzando las piernas, dejé mi copa vacía sobre la mesa, me la había bebido del tirón.

El tomó una limpia y le echó champagne, c...