No me esperabas 1

Nuevamente estaba muerta de miedo en el maldito ascensor.

Es que no podía subir por la escalera, eran treinta y siete pisos. Su apartamento era el puto penthouse.

El no pudo vivir en la planta baja, no, tuvo que comprarse un maldito penthouse.

— Abre las piernas — decía Adam en mi oído, girandome...