Rindete

Una espléndida sonrisa abarcaba toda la maravillosa boca que aquel poderoso hombre tenía.

Era enorme, viril, intenso, seductor y hasta violento cuando se pegaba a mi cuerpo y desplegaba toda su artillería contra la mía, que era endeble entre sus manos.

Lo deseaba constantemente. Era surrealista nu...