Más allá del límite 3

Aquellas palabras me hicieron darme cuenta, de que la única chica de diecisiete años que había aquí, era la prima de Adam, que el llamaba angelito porque se parecía a su madre y se había colado aquí con sus hermanos.

— ¿Estás hablando de Allison? — el asintió abochornado — joder Alex, que los Douglas te van a matar. Es una niña,¿Lo sabe April? — volvió a asentir y yo me levanté de su regazo enseguida.

— Me sedujo hace unos meses en una fiesta de gente de la universidad, la niñata se coló con su hermana que la apoya en todo, ya sabes que April está loca y me dijo que tenía diecinueve y tal — se llevó las manos al pelo y me miró entre los dedos que cubrían su rostro diciendo  — me acosté con ella Eiza, esa misma noche y era virgen tía y desde entonces no pude parar, hace solo dos días, supe que era la hermana pequeña de April y la muy cabrona ahora trata de ignorarme porque no quise ni verla cuando lo supe. Estoy hecho un lío y es que soy abogado, se perfectamente todo el lío judicial en el que me puedo meter, pero es que estoy loco por ella. Vine hasta aquí, solo por verla y la tía va y se pone en posturitas con sus primos, cuando sabe que odio que otros la toquen. Estoy enloqueciendo Eiza.

— La verdad es que sí, Alex. Menudo lío, pero tranquilo que son su primos, no dejes que te puedan los celos que lo que deberías es dejarla en paz y lo sabes — el asintió —  ¿Pero y entonces como April te ha pedido que ligues conmigo si sabe de su hermana? — le pregunté cada vez más intrigada y hablando bajito entre los dos.

— Porque si no apoyo a mi hermana los cabrones de mis primos no la dejan que se lie con nadie y Alex, me cae bien. — había aparecido de la nada y respondía mi pregunta — además era una apuesta que perdí con ella, tenía que llevarla a la fiesta de la facultad, dónde se enredó con este loco y hasta hace poco lo supe todo y ambos están enamorados, hay que apoyarlos y mi plan a funcionado, mi hermana está esperando en mi habitación por tí — le dijo a Alex — y mi primo no deja de mirar jodido hacia acá. El plan funciona — ella aplaudía divertida.

— ¿Pero tú qué clase de cupido te crees que eres? — le pregunté sentándome sobre otra silla.

— Yo solo quiero que las parejas de mi familia sean guays, no quiero zorras ni putos en el elenco y además tengo el permiso de mi tía Amaia. Le has gustado para su hijo.

— ¿Cómo? — no daba crédito — April, deja de hacer este tipo de cosas y tú no le sigas el juego — regañé a Alex por besarme — que pareces tonto.

Él se fue a ver a su niñata y yo me quedé pensando, que la madre de Adam, estaba equivocada al quererme para su hijo.

Y,¿De qué me conocía para querer nada de mí?

— ¡Hey, que viene Adam! — decía April misteriosa — venga, métete a la piscina que yo tengo que cuidar que no vaya tras Alex y descubra el pastel. Es muy territorial, parece un maldito pitbull cuando se pone así de bestia.

— Tía, la que me has liado. — le dije mientras me levantaba y desnudaba mi cuerpo para meterme al agua — que no quiero nada con tu primo. Déjame en paz.

Ella dejó salir una carcajada, indicando que no me creía una palabra y yo terminé de sacarme el vestido y amarré mi cabello en una cebolla sobre mi cabeza y me encaminé hacia la piscina.

Mientras la música sonaba y la gente compartía muy a gusto entre todos, me dejé llevar.

Dejé de pensar en mi hermano, en el idiota de Adam y en mi razón para estar aquí y ahora.

Bebía mi copa tan tranquila,  oyendo la música y aislada del resto, que cuando me quise dar cuenta, estaba en una esquina, sola y con los ojos cerrados relajadamente. Mi cabeza apoyada en el bordillo.

— ¿Dónde esta tu noviete? — la voz de Adam me sacó de mi Nirvana.

— No es mi novio, ni lo ha sido nunca te dije que me dejaras en paz — como yo estaba en una esquina de la piscina, el abrió los brazos y los colocó en cada extremo del mismo bordillo, apresandome entre sus brazos.

— ¿Metes la lengua en cualquier boca? — su comentario me molestó, como casi todo lo que decía. Y tenerlo tan cerca y rozando nuestros cuerpos bajo el.agua no ayudaba a concentrarme en ser creativa a la hora de defenderme de él y su intensidad.

— Para ser la primera vez que nos vemos, estás bastante pendiente de mí — le dije para mosquearlo y en el fondo, tenía razón. Nos retamos con las miradas y ambos estabamos perdidos en los labios del otro.

— Contesta la pregunta — ignoró lo que había dicho y aumentó la intensidad de su voz cuando habló.

— No la meto en cualquier boca. Sino la abría metido en la tuya — me felicité mentalmente al verlo tan descompuesto, cerró los ojos como aguantando el golpe y cuando los abrió tuve que apretar mis manos dónde las tenía para no temblar — pero como no te gusta que te toquen y no me pones nada, no tienes que preocuparte de las bocas en las que meto mi lengua... Porque ninguna es la tuya.

— Me estás cabreando y lo sabes — su tono era como de advertencia a no se que, ni porqué.

— ¿Por qué no me dejas en paz de una vez Adam?

— Porque me intrigas y no me gusta eso. Quiero saber qué coño quieres con mi familia.

Se acercó más a mí y casi podía sentir el agua más caliente.

— Con tus primas no quiero nada que no tenga ya, y contigo solo quiero distancia, pero cada vez estás más cerca.¿A qué se debe eso? — teníamos un jueguito seductor entre los dos, que no era buen idea mantener. Era demasiado intenso y demasiado pronto, como para metermelo entre las piernas. Pero internamente rezaba una plegaria de ayuda porque quería hacerlo desesperadamente... Estaba siendo completamente incongruente.

— A lo que no te importa Eiza — terminó de pegar mi cuerpo al suyo de un tirón que me dió tomando mi nunca y acercó su boca a mi oído, mordió mi lóbulo antes de decir — abre las piernas que quiero tocarte.

¡Madre del amor hermoso!

Este tío es de mucho cuidado.

Estaba tan caliente que me palpitó el clítoris con esa simple frase.

— No voy a follar contigo guapo. Ya te he dicho y demostrado, que tengo de sobra a quien meterme dentro y ese no eres tú.

Bajó su mano a mi cuello y como aún seguía pegado a mi oreja gruñó allí...

— Te dije que no me toques los cojones y no paras de hacerlo — su otra mano se detuvo en mi cintura y apretó haciéndome jadear, desplazandola a la zona de la cadera y haciendo presión dolorosa allí.

— Quizá es que estás soñando despierto conmigo y por eso sientes mi mano en tus huevos, porque no me interesas y no te estoy tocando nada, eres tú el que no puede sacar las manos de mi cuerpo — mordió mi oreja y se sintió delicioso el calor de su lengua y dientes sobre mi piel. Mi cuello seguía entre sus manos y mis ojos en los suyos.

— Estás yendo más allá del límite y estoy a nada de perder el control — arrastró su otra mano por mi piel más al norte y llegó hasta el borde de la parte de arriba de mi bikini, se detuvo y rozó el pezón con su pulgar, sin dejar de mirar lo que hacía.

— ¡Detente Adam! Para ya y deja que me vaya. Es lo mejor y estoy segura que lo sabes — le pedí aún en contra de mis ganas de seguir adelante. Necesitaba que el se detuviera porque yo no iba a hacerlo.

En algún punto me perdería si le dejaba tomarme ahora. Estaba demasiado involucrada como para ser tan estúpida de permitir que me follara y pasara la página, si lo dejaba tenerme ahora,mañana mismo sería estadística en su vida y no podría crear ninguna relación cercana con el, como para averiguar la maldita mierda de la herencia.

Pero cuando su mano subió y se metió dentro de mi bikini, tomando mi pecho al completo entre sus dedos, no pude resistirme más...

— No quiero — dijo mientras guiaba mi cuello con su mano — dame esa boca — pasó la lengua por toda la extensión de mis labios y gemimos juntos — Ahora, abrela para mí que voy a comertela entera...

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