Sin palabras

Eiza

— Adam, ¿Podemos hablar? — pregunté detenida contra el marco de la puerta de su habitación, esperando que saliera del baño que me quedaba delante de mi vista, para tratar de encontrar un punto de inflexión en esta historia.

— ¿De qué exactamente? — contestó áspero, caminando hacia el vestidor...