No puedo más

Esa palabra...esa simple palabra me devolvió la vida.

Era como una clave que desencriptó algo dentro de mí. Algo que me confirmó lo que ya sentía. Aquel hombre que me abrazó en la ducha, que me tocó con amor el vientre y me encendió las ganas, era Adam, mi Adam, mi marido. Simplemente él, mi vid...