Capitulo 9. Quiero volver a casa

Abro los ojos, estoy en una cama, igual todo ha sido un sueño y estoy en mi casa! Trato de enfocar mi vista todo está oscuro, intento sentarme pero al apoyar mi brazo siento un dolor que me hace retroceder.

— No trates de levantarte—  dice una voz a mi lado.

Definitivamente esto no a sido un sueño, suspiro y me recuesto en la cama.

El Duque se levanta y enciende una lámpara de aceite, se acerca a mí y toca mi frente, el tacto de su mano sobre mi piel hace que mi cuerpo se estremezca.

-— Señor podría darme un vaso de agua—  digo a duras penas me escuece mucho la garganta y mi voz apenas es audible.

El me sirve un vaso, me lo bebo casi de un trago, el me regaña y me pide que tome agua a sorbos no de golpe. Yo asiento con la cabeza y le obedezco.

Miro mi brazo y lo veo vendado,a mí mente llegan las imágenes de mi hueso sobresaliendo de la carne, un escalofrío recorre mi cuerpo.

— Señor puedo ir al baño yo necesito...— no puedo seguir me da vergüenza decirle que necesito hacer pis pero las palabras no salen de mi boca.

Se levanta de la cama y me coge en brazos, me lleva hasta el baño y me pide que una vez haya terminado lo llame.

Estoy de vuelta en la cama, veo que el tiene sueño en cambio yo parece que he dormido por días.

— Señor puede dormir, quédese tranquilo no me movere—

— Alessandra porqué me llamás señor? puedes llamarme por mi nombre—

Asiento con la cabeza, no sé si seré capaz de llamarlo por su nombre recuerdo como esa mujer lo llamo Flavio.

— Flavio cuándo podré regresar a mi casa?—

— Has estado una semana incosciente cuando estés recuperada podrás ir de visita...—

— Yo quiero volver a casa, así tú te podrás quedar con ella y...—

— No sigas Alessandra, las cosas no son como tú crees, ella no volverá a venir jamás a esta casa y si lo hace yo mismo la mataré con mis manos.—

—  Pero...—

— Pero nada, eres mi esposa y eso no va a cambiar ahora voy a dormir un rato, espero que no hagas nada de lo que te puedas arrepentir más tarde.—

Se da la vuelta y apaga la lámpara. Me tumbo a su lado, y pienso en todo lo que tuve un día y ahora no tengo.

— Señora, señora despierte el señor nos ha dicho que la preparemos, iremos con cuidado para no lastimarla— dice una de las sirvientas.

Me han preparado un baño con aceites esenciales, han peinado mi cabello en una bonita trenza, me han puesto un vestido muy lindo he escogido el menos recargado. Me miró en el espejo y no me reconozco.

— Si se siente bien puede bajar a desayunar al comedor de lo contrario le subiremos la comida aquí, más tarde vendrá el doctor a verla y y a ver cómo evoluciona su brazo.—

— Esa mujer está en la casa?—

— No señora la condesa abandonó la casa inmediatamente después de que el Duque fuera a buscarla.—

— Está bien entonces bajaré—

Me siento un poco cansada aún así he conseguido llegar hasta el comedor no voy a decirles nada si no me volverán a meter en la cama.

Estoy sola en el comedor es casi lo mismo que estar en la habitación a excepción de que aquí me acompaña Wilson.

— Wilson el señor ya ha bajado a desayunar?—

— Si señora el señor desayuno temprano y partió hacia la ciudad para resolver ciertos asuntos que había aplazado hasta que usted estuviera recuperada... Señora yo siento lo que pasó ni siquiera vi que era usted, yo lo siento mucho...—

— No importa Wilson yo soy una plebeya y ella una Condesa así que supongo que no podías hacer nada tampoco.—

— Señora olvida que usted ya no es una simple plebeya usted se convirtió en duquesa en el momento en que firmó el contrato de matrimonio, su título y su posición son más importantes que los de ella.—

Vaya pues eso no lo había pensado, termino de desayunar, estoy cansada pero no quiero regresar al dormitorio aún.

— Wilson cree que podría salir un rato al jardín— digo armandome de valor.

— El señor ha dejado dicho que puede salir pero siempre que sea acompañada y no quiere que camine demasiado, ah y nada de acercarse al arroyo—

Asiento con la cabeza, me levanto y una chica del servicio me acompaña según he escuchado ella será mi dama de compañía, no se muy bien de qué se trata más tarde lo preguntaré.

Llegamos a un banco, no quiero decir nada pero me siento un poco mareada, cojo mi abanico y me doy aire.

La chica que me acompaña me pregunta preocupada que si me encuentro bien, yo le miento y le digo que si que solo he sentido un poco de calor, poco a poco me siento mejor. Cojo mi brazo y lo coloco de tal manera que no me duela tanto.

— Señora si siente dolor podemos regresar, no quiero que el Duque se enfadé-—

— Le tienes miedo?— digo sin pensar.

— Señora para no tenerlo, él es tan estricto y todos saben de sus hazañas en el campo de batalla..—

— A mi no me da miedo es un poco serio y amargado pero también es amable y cariñoso—

— Eso solo lo hace con usted porque la ama, no se ha movido ni un solo día de su lado, ha estado muy preocupado por usted, Casi mata al doctor cuando le dijo que igual no despertaba...—

No creo que el me ame, aunque tampoco sé muy bien que es el amor, solo conozco el amor de mis hermanas y supongo que el de mi padre, pero solo de pasada con mis hermanas a mi solo era trabajo y más trabajo.

He pasado buena parte de la mañana en el jardín, habría estado más tiempo pero el doctor ha llegado, ha sido muy amable me ha explicado con detalles todo lo que me hizo lo que menos me ha gustado es saber que me han hecho un injerto de hueso de cadáver. Pero en fin mejor eso que perder el brazo, me ha dicho que en unos meses podré volver a recuperar la movilidad total o casi.

Estoy en la cama no lo he visto en todo el día, igual no viene a dormir y está con ella. Desecho esa idea rápidamente mi acompañante me ha explico cómo la había echado de la casa y de los propiedad.

No me gusta la sensación que me hace sentir que el pueda estar con otra mujer. Será que estoy celosa?

Será que lo amo? No seguro que no, será que le estoy agradecida, él me trata bien solo eso.

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