6

ARIA

—Señor, ni siquiera me conoce.

Me di cuenta de que este hombre ni siquiera me conocía. Podría haberme estado siguiendo y saber lo que fuera, pero no tenía ninguna razón para ser mi protector. Tal vez estoy analizando demasiado las cosas. Otra vez. Por muy atractivo que fuera, por muy increíbl...

Inicia sesión y continúa leyendo