Capítulo 87 — Arruinar el sueño de un maestro

Temprano en la mañana, Sakamo abrió lentamente los ojos y contempló la sonrisa de felicidad pura que Hangaku tenía en su rostro. Con cuidado apartó un mechón de su cabello de la frente para besarlo. Ella se estremeció un poco, aún completamente dormida y con la misma sonrisa.

Sakamo se levantó con c...