Capítulo 154

LUXURIA.

Golpeé con fuerza la espada de entrenamiento, el sonido sordo de su impacto contra el árbol era satisfactorio, pero no suficiente para apagar el fuego inquieto que ardía dentro de mí. El sudor me corría por las sienes, humedeciendo los mechones sueltos de mi cabello que se pegaban a mi ros...

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