Parte veintiséis

Mi sueño fue inquieto y luché por mantenerme dormido. Ambos aromas me atormentaban y al final fue el de Samantha el que ganó. Mi puerta chirrió al abrirse y me desperté instantáneamente cuando su aroma llegó a mi habitación.

—Griffin— susurró desde la puerta y me senté en la cama.

—¿Qué pasa?— le ...

Inicia sesión y continúa leyendo