~ Capítulo diez ~

En medio de la noche, los gritos y alaridos podían percibirse como sueños. Pero cuando esos sueños trascendían el acto de despertar, de sentarse en la cama y frotarse los ojos con confusión, ¿seguían siendo sueños?

Llegué a la aterradora conclusión de que no, no lo eran, así que realmente había gri...