Responder

—Si no me crees, puedes preguntarle a mi niñera. Ella me despertó y me trajo aquí.

—Vanessa —llamó mi padre. Vanessa entró, con la cabeza baja, y se paró frente a la mesa.

—¿Sí, Alfa? —preguntó.

—¿Es cierto lo que ella dijo? —preguntó mi padre.

—Sí, Alfa.

—¿Había alguien en su habitación? —preg...