Lástima

Cuando volvió hacia mí, tenía un tubo de ungüento en la mano. Sus hombros estaban tensos y su mirada firme, como si hubiera tomado una decisión. Aún cojeaba un poco y un pensamiento cruzó por mi mente. Un pensamiento terrible, uno que no creía posible. Si él la había abofeteado fácilmente afuera, ¿q...