Diminuto

¡Joder, sí!

—¡Que te jodan a ti y a tu diminuto pene, Ethan! —grité mientras me ponía de pie de un salto.

Sabía que mis acciones tendrían consecuencias, pero maldita sea, se sentía bien. Eché la cabeza hacia atrás y me reí histéricamente. Probablemente parecía una loca, pero tal vez lo era. Ethan n...