Capítulo 165: Ausentes.

Clark golpeaba la puerta del departamento de Dorian con insistencia. Primero con los nudillos, luego con la palma abierta. El sonido seco se repetía una y otra vez, rebotando en el pasillo del edificio, donde el eco parecía burlarse de su frustración.

—Dorian… —murmuró entre golpes—. Vamos, abre.

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