BESO.

Iván introdujo la llave y, al abrir esa enorme puerta, ambos entraron; el lugar se encontraba un poco oscuro. Él se acercó a un apagador para encender las luces del lugar.

—¿Cuándo piensas abrir el lugar?

Hayami cuestionó mirando a Iván.

—En dos semanas, calculo más o menos; aún me faltan algunas co...