TRANQUILIDAD.

La mañana llegó. Hayami despertó por el dulce beso de Pablito sobre su mejilla, sintió el brazo de Noah sobre ella, pero no le molestaba en lo absoluto. Pablito pasó por encima de ella para quedar encima de Noah. Él abrió sus ojos verdes; su cabello estaba un poco revuelto. El pequeño niño comen...