Capítulo 10: Sorprendido.

— ¡Que alguien llame al médico! — gritó Henrick aterrorizado.

Bernadette, apenas y si estaba respirando.

Rápido, la tomó entre sus brazos para llevarla a la cama. Estaba pálida, y tenía la piel ligeramente fría. Tomando una de sus manos con extrema delicadeza, Henrick logró apreciar mejor lo amari...