Capítulo 28: Inesperado.

El camino hacia Londres, era algo largo y lleno de praderas hermosas, cuyas flores parecían brillar ante la luz de la luna. El viento mecía con suavidad las copas ennegrecidas de los árboles, y Bernadette sentía el dolor de su corazón, recordando la razón que la tenía allí en ese momento.

—Debemos ...