Capítulo 7: Rosa envenenada.

Decir que estaba realmente furiosa, era no dar crédito a lo que Chiara Cervantes estaba sintiendo en ese momento.

— ¿Cómo es posible que dudes de la palabra de mi esposa? ¡Esa maldita mujer hizo entrar esa serpiente a mi alcoba y aun así la estas defendiendo! ¡Exijo que la saques de nuestro hogar!...