Capítulo 76: Arrepentimientos.

—Tienes una hija ilegítima, y por mi descuido, cayó en las manos de Eduardo Cervantes. —

Kendrick sintió como un baldazo de agua helada aquello que Henrick acababa de decirle.

—¿Qué? ¿Qué cosa has dicho? — cuestionó.

Henrick siguió abrazando a su hermano ante el temor de que este terminara sufrie...