XLIV. Desencadenado

—¿Elva, has estado escuchando algo de lo que he dicho?

Alden frunció el ceño desde el otro lado de la mesa y ella sacudió la cabeza, liberando su mente del agarre de su ensoñación.

Su cuerpo estaba tenso como un resorte y necesitaba un alivio como necesitaba el aire. Sus hombros estaban tensos y s...