Capítulo 345: La noche es preciosa

Robert intentó sonar calmado, pero Molly pudo percibir la tensión en su voz.

Ella sonrió con desdén.

—Señor Perot, un hombre sensato no llamaría a esta hora para arruinar la diversión de alguien.

—¿Y si no soy sensato? —El rostro de Robert estaba pálido, pero su voz seguía siendo autoritaria y de...

Inicia sesión y continúa leyendo