Capítulo 397 Ochocientos mil dólares

Los ojos de Harper se volvieron fríos como el hielo mientras se detenía en seco. —¿Qué secreto?

Thorne luchó por ponerse de pie, cojeando, y fue directo al grano. —Dame algo de dinero y te lo cuento.

—Olvídalo. No quiero saberlo —Harper se giró para subirse a su coche.

Thorne se alteró y gritó: —...

Inicia sesión y continúa leyendo