Capítulo 36

—Señor Hamilton, vamos, no nos tome el pelo. Estamos demasiado cansados para bromas ahora mismo.

Cuando Leroy trajo a Zoey a la sala de búsqueda, el equipo, todos con ojeras, gruñó de frustración.

Zoey parecía delicada, pero sus ojos eran fríos e indiferentes. Claramente venía de una familia adine...

Inicia sesión y continúa leyendo