Capítulo 98

—¡Alexander! —exclamó Zoey—. Bájame.

—¿Ya no te duele el pie? —Alexander levantó una ceja.

Zoey apretó los labios, sin decir nada.

Alexander se rió suavemente, llevándola hacia la terraza, ignorando completamente las miradas de la gente a su alrededor.

La brisa nocturna era fresca, y las rosas e...

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