Capítulo 13

LIANNA

Me recosté en ese duro banco del carruaje, aún sin creer lo que había hecho, y mucho menos... lo que había pensado al respecto.

—¿Por qué no pudo haber sido malo? —Mis dedos recorrieron mis labios, recordando la sensación—. ¡Maldita sea, Caleb! ¡¿Qué demonios?! ¿Por qué? ¡Ugh! —Me senté de ...