La disculpa del guardia

El jardín estaba tranquilo. Ese tipo de tranquilidad que hace que cada respiración suene demasiado fuerte. El viento era suave, rozando los lirios blancos que bordeaban el camino. Estaba arrodillada junto a ellos, tratando de concentrarme en algo simple. El aroma de las flores. La sensación de la ti...

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