Capítulo cuarenta y nueve: Totalmente neblina

Logramos cenar. Nos olvidamos de cerrar las persianas. La luz de la luna empieza a filtrarse. Sam exclama:

—¡Mierda!

—Antes de que te vuelvas loco, supongo que podríamos salir a correr —sugiero.

Steven pregunta preocupado:

—Eh, chicos, ¿por qué no puedo controlar mi transformación?

Está en proc...