39. Anillo: dolor

El aroma del miedo que envuelve a mi pecadora favorita es el más dulce que he olido jamás. Entierro mi cara en su cuello, queriendo saborear su miedo directamente de su piel. Quiero deleitarme con sus pecados y su agonía hasta que su alma me pertenezca solo a mí.

La he deseado desde el momento en q...