Capítulo ciento setenta y tres

Kelley estaba de pie junto a la cuna cuando la cara de Kyzer se arrugó y lo levantó antes de que tuviera la oportunidad de gritar. Lo cambió y luego se sentó en la mecedora mientras le daba el biberón que había preparado. No sentía que se hubiera perdido de nada, pero Kyzer estaba más grande y pesad...