Capítulo ochenta y nueve

La cita con Milana había ido sorprendentemente bien. Habían hablado de cosas triviales, pero sentía que ahora la conocía un poco mejor. Ella no había mencionado ni una sola vez a Ernesto ni su trato, y eso le gustaba.

Kelley la había acompañado hasta su habitación y le había besado la mano antes de...