Capítulo 113: Paige

No puedo dejar de llorar.

No importa cuánto intente calmarme, las lágrimas siguen cayendo, calientes y rápidas por mis mejillas. Mis manos tiemblan tanto que apenas puedo sostener el teléfono, y siento que el pecho se me hunde.

Pero no tengo tiempo para esto. No tengo tiempo para sentir lástima po...

Inicia sesión y continúa leyendo