CORTEJO.

Alicia encendió su computadora y se agachó para buscar un documento en el cajón de abajo de su escritorio. Al sacar el documento, regresó la vista hacia arriba, donde se encontró con los ojos azules penetrantes sobre ella.

—Dije, 30 minutos. ¿No es así?

—Lo siento, se me hizo tarde, no volverá a pas...

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