Capítulo 38

Después de dos horas, asegurándome de que Renata está durmiendo profundamente, cuidadosamente quito su cabeza de mi pecho, cambio de lugar con una almohada y Renata se aferra a mi reemplazo.

La noche no terminó como planeaba, pensé que traerla a vivir conmigo me haría alcanzar mi objetivo de acosta...

Inicia sesión y continúa leyendo