Capítulo 55

—Dije que no quiero avergonzarte con mi presencia— lo digo una vez más.

Mi corazón duele, mis ojos arden pidiéndome que libere las lágrimas, pero me he prohibido llorar. No voy a llorar.

Filippo ya ha dejado claro que no quiere que tenga contacto con su familia, primero fue con su madre: donde dij...

Inicia sesión y continúa leyendo