CAPÍTULO 106 - LA FUERZA DE UNA MUJER

Había pasado un mes, y como no había cambiado de opinión, nos dirigimos a Francia para mi nombramiento como Capo. Estaba completamente recuperada.

—¿Estás segura de esto? —preguntó mi padre, aún expresando dudas sobre mi decisión.

—Absolutamente —respondí con determinación.

—¿Y qué hay de Dom?

—...